CEEH Centro de Estudios Europa Hispánica

Resultados | Doc. 151

Doc. 151: Fragmentos de la Silva Topográfica Manuel de Gallegos, en los que se describen los cuadros de Velázquez en el Buen Retiro

31 December 1637
Place: .
Bibliography: Gallegos 1637; Mélida 1899; Varia 1960, p. 27
Correspondences: CV 131
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Ya se ve el sitio, donde

el Paraíso en pórfidos se esconde.

Esta (eloquente el Mançanares dixo)

es la joya del mundo; este el trofeo

donde la esfera acaba del deseo;

y en quien cinzel prolijo

liberal de primores,

con dura copia de marmóreas flores

al gran Monarca Hispano,

forma eterno el Verano.

Aquí verás possible y verdadero

quanto la idea imaginó de Homero,

quanto de Babilonia

mintió la musa Ausonia.

Aquí verás que en jaspes eleuado,

ya de su ilustre Menfis oluidado,

el caudaloso Nilo,

con espantoso estilo,

este raro portento al Orbe aclama,

de siete bocas tronadora Fama,

que articulando voz de tempestades

más que ondas le dedica eternidades.

Esta plaça primera

(donde Carlos en bronze retratado

se ve de inmensos ojos admirado)

desea para esfera

el bélico Luzero;

para que compañero,

en término sucinto

sea el quinto planeta a Carlos Quinto.

Con vn respeto sacro

adoro este elegante simulacro;

y quando su dureza considero,

Imagen no, reliquia le venero:

más el cuerpo de Carlos me parece,

quando más duro el bronze resplandece,

que el héroe valeroso,

que en tantas guerras ostentó glorioso

alma de azero, pecho de diamante,

cadauer de metal dexa triunfante.

Por esta galería

passea alegre el Príncipe del día.

En vna, y otra sala

soberbia la Pintura se regala,

aquí se acaba quanto Roma precia,

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y quanto en cedros soleniza Grecia.

Entra en esse Salón; y alegre mira

la copia de Felipo, que pendiente

adorna desta puerta lo eminente.

Contempla el fuego, que en sus ojos gira,

considera que airado

en ginete veloz se ostenta armado,

si assí le viera el Belga en la campaña

al Imperio de España

se rindieran las turbas rebeladas,

en rayos del decoro fulminadas.

O Rey esclarecido!

Vos de grauado azero guarnecido?

Vos con bastón, en cuerpo, y oprimiendo

de vn castaño Andaluz la inquieta espalda?

Sin duda el campo cría

laureles de esmeralda,

sin duda aún el horrendo

Gigante con sacrílega osadía

bate la Empírea esfera.

y vuestro amparo Iúpiter espera.

Pero los ojos buelue al otro lado

dessa entrada suntuosa,

y verás vna Imagen milagrosa,

que imita con anhélito sagrado

del Gran Felipo la diuina esposa;

negó el pinzel espíritu a esta copia,

porque acción fuera impropia,

si sutil animára la Pintura

de vna Reina de España la hermosura

y Amor (por mayor gloria, por más palma)

hizo a Felipo desta Imágen alma,

mientras aplica el acicate de oro

a essa gallarda, y cándida acanea

en su serenidad y en su decoro

glorioso el Termodonte se recrea.

Sobre esta puerta agora retratado

al Príncipe de España considera.

No ves cómo veloz, cómo ligera

al bello Adonis de hermosura armado

conduze a par del día

acanelada pía?

Mas para espanto nueuo

preuén la vista, y deme aliento Febo.

Este dosel precioso se guarnece

con quanto aljófar, quanta Marauilla

en vago leño enriqueció tu orilla.

Del Tercero Felipo resplandece

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aquí la copia ilustre

sobre vn ginete; a quien el Sol lleuara

al cielo a ser de su carroça lustre,

si aquí la eternidad no lo guardara.

También a par deste dosel se ostenta

retratada la Reina Margarita,

y a su persona superior sustenta,

vn animal, que pereçoso imita

con tardo mouimiento

el passeo del claro firmamento.

[…]

Mira cómo en los frisos eminentes

de vno, y otro balcón el soberano

pinzel con rasgos retrató valientes

al célebre Tebano.

Descansa (o Iuno) a Alcides no persigas,

que el Arte en estos quadros le presenta

con tan perene assombro sus fatigas,

que a sus trabajos duración aumentas,

y en quanto ardiere el resplandor Eolo

aquí vino el León. viuo Acheloo,

eterna harán su pena: y será eterna 

aquí la fiera indómita de Lerna.

Pero querrás agora,

o cristalino Tajo, que sonora

te diga mi eloquencia

quien fué de tanto cielo inteligencia,

quien assistió zeloso

al gouierno, al cansancio, y al dispendio

deste Augusto, y precioso

Salon, que es de los orbes el compendio?

Pues este. que deseas

conocer (porque assombre,

a tus aguas su nombre,

y porque en su memoria tus choreas

hagan de su armonía dulce prueua)

don Geronimo fué de Villanueua.

Aquel ilustre Aragonés, que el cielo

dize, que aún le parece poco espacio,

si es que a Felipo ha de ofrecer Palacio

tan grande, y tan capaz como su zelo.

Al cuidado, al deseo, a la prudencia,

y al trabajo intensiuo

deste sujeto altiuo

se deue desta quadra la eminencia.

[…]

Mas dime (o Potentado de Neptuno,

cuya corriente el Aquilón adora,

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y a quien siruen los ríos Lusitanos)

quando al son de tus ondas importuno

la Fama bladora

aplicando a su trompa diestras manos

grandezas del pinzel canta sonora.

No oyes por los vientos

repetidos portentos

del gran Diego Velázquez? en tu orilla

no escribes con carácter cristalino

el nombre deste ingenio peregrino?

Pues tanto a sus colores obedece

la Parca rigurosa;

que su pinzel artificioso cetro,

digno de heroico Metro.

la Monarquía alcança milagrosa

de quanta vida en quadros resplandece.

Su pintura diuina

taciturno poema, muda historia

los sentidos domina,

y reyna en la memoria.

En sus flores el zéfiro más suaue,

que en los jardines del Hibleo monte,

halaga al Orizonte,

y a los ojos humanos lisonjea.

Si pintar quiere al Pardo, allí Amaltea

formar Abriles deliciosos sabe.

Quando al cielo retrata en lienço breue

dulce la esfera en su matiz se mueue;

mi plata más tranquila, más serena

en sus dibujos corre, que en mi arena.

Estudioso matiza

quanto el entendimiento sutiliza.

Por soberanos modos

pinta del alma los afectos todos.

No ay objeto impossible

a sus rasgos: perdone lo inuisible,

que aúnen en sus quadros, se han de ver pintadas

del mundo las sustancias separadas.

Este pues (que oy siruiendo en el Palacio

del Gran Felipo apura su destreza)

ocupó desse lienço el breue espacio

con Apolo, y con Marcias, considera

la animada fiereza,

que en el Dios vengatiuo reberbera:

mira cómo vencido

el músico atreuido,

con el mayor tormento,

el delito pagó de su instrumento;

también estudio deste ingenio raro

obra también deste pinzel preclaro

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es essa tabla, donde lastimoso

el Patriarca Iacob gime en colores;

y explicando en matizes sus dolores

fúnebre llora, trágico suspira,

mientras de su Iosé la sangre admira.

Al fin diuersas partes desta sala

este Diuino Artífice guarnece.

Aquí el Arte en prodigios se engrandece,

aquí fingida flor aroma exhala,

aquí partida en almas la destreza,

y produziendo vidas la pintura.

ingeniosa procura

poblar vn emisferio,

sin que nada se deua al ministerio

de la Naturaleza.

Aquí el Arte parece

(mientras su valentía

pinta vivientes, y retratos cría)

que al Gran Felipo ofrece

pueblo más viuo, imperio más durable,

pues le elige Monarca

de lo que a la cuchilla formidable

se usurpa de la Parca.

O peregrina mano!

O pinzel soberano!

O marauilla rara!

viérase encarecida

esta, que admiras máquina preclara,

si aquel matiz, que es de sus quadros vida

la copia de mis labios animara.

[…]