Doc. 151: Fragmentos de la Silva Topográfica Manuel de Gallegos, en los que se describen los cuadros de Velázquez en el Buen Retiro
Ya se ve el sitio, donde
el Paraíso en pórfidos se esconde.
Esta (eloquente el Mançanares dixo)
es la joya del mundo; este el trofeo
donde la esfera acaba del deseo;
y en quien cinzel prolijo
liberal de primores,
con dura copia de marmóreas flores
al gran Monarca Hispano,
forma eterno el Verano.
Aquí verás possible y verdadero
quanto la idea imaginó de Homero,
quanto de Babilonia
mintió la musa Ausonia.
Aquí verás que en jaspes eleuado,
ya de su ilustre Menfis oluidado,
el caudaloso Nilo,
con espantoso estilo,
este raro portento al Orbe aclama,
de siete bocas tronadora Fama,
que articulando voz de tempestades
más que ondas le dedica eternidades.
Esta plaça primera
(donde Carlos en bronze retratado
se ve de inmensos ojos admirado)
desea para esfera
el bélico Luzero;
para que compañero,
en término sucinto
sea el quinto planeta a Carlos Quinto.
Con vn respeto sacro
adoro este elegante simulacro;
y quando su dureza considero,
Imagen no, reliquia le venero:
más el cuerpo de Carlos me parece,
quando más duro el bronze resplandece,
que el héroe valeroso,
que en tantas guerras ostentó glorioso
alma de azero, pecho de diamante,
cadauer de metal dexa triunfante.
Por esta galería
passea alegre el Príncipe del día.
En vna, y otra sala
soberbia la Pintura se regala,
aquí se acaba quanto Roma precia,
y quanto en cedros soleniza Grecia.
Entra en esse Salón; y alegre mira
la copia de Felipo, que pendiente
adorna desta puerta lo eminente.
Contempla el fuego, que en sus ojos gira,
considera que airado
en ginete veloz se ostenta armado,
si assí le viera el Belga en la campaña
al Imperio de España
se rindieran las turbas rebeladas,
en rayos del decoro fulminadas.
O Rey esclarecido!
Vos de grauado azero guarnecido?
Vos con bastón, en cuerpo, y oprimiendo
de vn castaño Andaluz la inquieta espalda?
Sin duda el campo cría
laureles de esmeralda,
sin duda aún el horrendo
Gigante con sacrílega osadía
bate la Empírea esfera.
y vuestro amparo Iúpiter espera.
Pero los ojos buelue al otro lado
dessa entrada suntuosa,
y verás vna Imagen milagrosa,
que imita con anhélito sagrado
del Gran Felipo la diuina esposa;
negó el pinzel espíritu a esta copia,
porque acción fuera impropia,
si sutil animára la Pintura
de vna Reina de España la hermosura
y Amor (por mayor gloria, por más palma)
hizo a Felipo desta Imágen alma,
mientras aplica el acicate de oro
a essa gallarda, y cándida acanea
en su serenidad y en su decoro
glorioso el Termodonte se recrea.
Sobre esta puerta agora retratado
al Príncipe de España considera.
No ves cómo veloz, cómo ligera
al bello Adonis de hermosura armado
conduze a par del día
acanelada pía?
Mas para espanto nueuo
preuén la vista, y deme aliento Febo.
Este dosel precioso se guarnece
con quanto aljófar, quanta Marauilla
en vago leño enriqueció tu orilla.
Del Tercero Felipo resplandece
aquí la copia ilustre
sobre vn ginete; a quien el Sol lleuara
al cielo a ser de su carroça lustre,
si aquí la eternidad no lo guardara.
También a par deste dosel se ostenta
retratada la Reina Margarita,
y a su persona superior sustenta,
vn animal, que pereçoso imita
con tardo mouimiento
el passeo del claro firmamento.
[…]
Mira cómo en los frisos eminentes
de vno, y otro balcón el soberano
pinzel con rasgos retrató valientes
al célebre Tebano.
Descansa (o Iuno) a Alcides no persigas,
que el Arte en estos quadros le presenta
con tan perene assombro sus fatigas,
que a sus trabajos duración aumentas,
y en quanto ardiere el resplandor Eolo
aquí vino el León. viuo Acheloo,
eterna harán su pena: y será eterna
aquí la fiera indómita de Lerna.
Pero querrás agora,
o cristalino Tajo, que sonora
te diga mi eloquencia
quien fué de tanto cielo inteligencia,
quien assistió zeloso
al gouierno, al cansancio, y al dispendio
deste Augusto, y precioso
Salon, que es de los orbes el compendio?
Pues este. que deseas
conocer (porque assombre,
a tus aguas su nombre,
y porque en su memoria tus choreas
hagan de su armonía dulce prueua)
don Geronimo fué de Villanueua.
Aquel ilustre Aragonés, que el cielo
dize, que aún le parece poco espacio,
si es que a Felipo ha de ofrecer Palacio
tan grande, y tan capaz como su zelo.
Al cuidado, al deseo, a la prudencia,
y al trabajo intensiuo
deste sujeto altiuo
se deue desta quadra la eminencia.
[…]
Mas dime (o Potentado de Neptuno,
cuya corriente el Aquilón adora,
y a quien siruen los ríos Lusitanos)
quando al son de tus ondas importuno
la Fama bladora
aplicando a su trompa diestras manos
grandezas del pinzel canta sonora.
No oyes por los vientos
repetidos portentos
del gran Diego Velázquez? en tu orilla
no escribes con carácter cristalino
el nombre deste ingenio peregrino?
Pues tanto a sus colores obedece
la Parca rigurosa;
que su pinzel artificioso cetro,
digno de heroico Metro.
la Monarquía alcança milagrosa
de quanta vida en quadros resplandece.
Su pintura diuina
taciturno poema, muda historia
los sentidos domina,
y reyna en la memoria.
En sus flores el zéfiro más suaue,
que en los jardines del Hibleo monte,
halaga al Orizonte,
y a los ojos humanos lisonjea.
Si pintar quiere al Pardo, allí Amaltea
formar Abriles deliciosos sabe.
Quando al cielo retrata en lienço breue
dulce la esfera en su matiz se mueue;
mi plata más tranquila, más serena
en sus dibujos corre, que en mi arena.
Estudioso matiza
quanto el entendimiento sutiliza.
Por soberanos modos
pinta del alma los afectos todos.
No ay objeto impossible
a sus rasgos: perdone lo inuisible,
que aúnen en sus quadros, se han de ver pintadas
del mundo las sustancias separadas.
Este pues (que oy siruiendo en el Palacio
del Gran Felipo apura su destreza)
ocupó desse lienço el breue espacio
con Apolo, y con Marcias, considera
la animada fiereza,
que en el Dios vengatiuo reberbera:
mira cómo vencido
el músico atreuido,
con el mayor tormento,
el delito pagó de su instrumento;
también estudio deste ingenio raro
obra también deste pinzel preclaro
es essa tabla, donde lastimoso
el Patriarca Iacob gime en colores;
y explicando en matizes sus dolores
fúnebre llora, trágico suspira,
mientras de su Iosé la sangre admira.
Al fin diuersas partes desta sala
este Diuino Artífice guarnece.
Aquí el Arte en prodigios se engrandece,
aquí fingida flor aroma exhala,
aquí partida en almas la destreza,
y produziendo vidas la pintura.
ingeniosa procura
poblar vn emisferio,
sin que nada se deua al ministerio
de la Naturaleza.
Aquí el Arte parece
(mientras su valentía
pinta vivientes, y retratos cría)
que al Gran Felipo ofrece
pueblo más viuo, imperio más durable,
pues le elige Monarca
de lo que a la cuchilla formidable
se usurpa de la Parca.
O peregrina mano!
O pinzel soberano!
O marauilla rara!
viérase encarecida
esta, que admiras máquina preclara,
si aquel matiz, que es de sus quadros vida
la copia de mis labios animara.
[…]