CEEH Centro de Estudios Europa Hispánica

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Doc. 14: Romance de Baltasar Cepeda a la boda de Velázquez y Juana Pacheco

01 de abril de 1618
Lugar: Sevilla
Localización: Cambridge (Massachusets), Library of Harvard University
Bibliografía: Fichter 1960, pp. 637-638
Correspondencias: VV, p. 51; CV 13
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¡Quién fuera para pintar

lo que ayer en pleno Claustro

sucedió en casa del bueno,

si quiere Pacheco el malo!

5     Pero assí mal como pinto,

quiero en este papel branco [sic]

hazer un bruto bosquejo

digno de mi agreste mano.

Uvo concurso de ingenios,

10   quothlibetos de letrados,

i citáronse allí libros

que libras de oro pesaron.

No uvo allí nuevo concilio,

más cosas se ventilaron

 15 que pudieran oír los padres

que en el de Trento firmaron.

Vióse en el nombre un Dotor

ir Costa a Costa surcando

i en el hecho sin peligro

20   en mar de Ciencia engolfado,

i triumfó de la tormenta

a Costa de lo ganado,

que en fin quien se obliga a Costa,

caudal tiene para el gasto.

25   Rioja, fuente perene,

dio Ríos de sí manando

mayor raudal que el que dió

al mundo el pie de Pegaso,

porque mostró un lugar sólo

30   sobre el monte el del Cavallo,

i él descubrió más lugares

que piedras tiene el Parnaso.

Vi a Flómesta rechaçar

pelotas de cuando en cuando,

35   con más destreza que el niño

que de Flómesta llamamos.

Ya no es de aquél la vitoria,

que a éste sólo se la an dado

las dudas de allí venció

40   la luz de su ingenio claro.

De Ávila un don Alonso

les fué contrapunteando,

que, bien que de capa i espada,

no hizo allí el monje el ábito.

45   Por lo que allí mostró pudo

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quedar de sí blasonando,

mas siendo Avila, ¿qué mucho,

si con blasón le hallamos?

No se dexó cosa en pie,

50   no porque las derribaron,

mas porque de muy subidas

de punto, al cielo tocaron.

Si viviera Ermenegildo,

el Rei nuestro sevillano,

55   aunque quisiera estar preso,

cárcel no hallara en que estarlo,

porque con sus letras uno

de los que allí se hallaron

dos vezes allanó el muro,

60   dexando su intento llano

i mostrando que el que es oi

no es el mismo en que el tirano

le dio cárcel i martirio

al Godo hijo i Rei Santo.

65   Tanbién n[uest]ro gran Patrón,

el Apóstol Santiago,

no sólo no es ya Gallego,

pero ni tanpoco Hispano,

porque el Francés, que por verlo

70   por la Rioja tenía passo,

por donde ya le vió abierto,

le viera entonces cerrado.

Tratóse de tradición;

con temor en esto hablo,

75   porque recebí por ella

el dexársela a los Sabios,

i más si es de las palabras

del Misterio Sacro Santo

de la Sacra Eucharistía

80   i el modo de su Milagro.

¡O cuán bien trataron esto

i con qué verdad los cuatro,

dándoles fuerça a las suyas

la autoridad de San Pablo!

85   Fué de modo que si en Flómesta

antes en un Relicario

un Milagro podía verse,

allí se vieron milagros,

porque él lo explicó de modo

90   que si el incrédulo vario

de Flómesta allí se hallara,

creyera en sólo escucharlo.

Estava a todo esto mudo

i las cejas arqueando

95   el gran Beçón, más con beços

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de negro boçal que labios,

porque de aquellas materias,

afirma él con desenfado

que no sabe tratar más

100 que si no fuera ombre umano.

Pero si calló este mudo

en el breve Anfiteatro,

muchos mudos viera hablar

quien bien mirara sus cuadros,

105 porque nada allí se vió,

de lo que estava pintado,

que sin hablar no dixesse

«Vivo estoi, aunque en Retrato».

A estas conclusiones puso

110 fin una voz que en el patio

cayó desde el corredor,

con que a comer nos llamaron.

Subimos, vimos las meseas

i sentámonos tan hartos

115 ya del manjar de las almas

como del del cuerpo faltos.

Echóse la bendición

por sacerdotales manos,

i fué bendición de Dios  

120 ver tantas copas i platos.

empeçóse la comedia,

mal hablé, mas no he hablado,

que comida fué i comedia,

i que tuvo buenos passos,

125 porque el umor del manjar

desatando en breve espacio

del docto Beçón los beços,

fué Néctares derramando.

Jamás Bretón Filibote

130 disparó versos tan bravos

como los que sus conceptos

aquel día dispararon.

Sonetos hizo i Canciones,

que el Petrarca ni el Torquato

135 no acertaron a hazerlos,

con ser los dos que acertaron.

Sobre los alvos manteles

que sirvieron de Teatro

se introduxo un personaje

140 que no me atrevo a pintallo

porque yo le vi hazer

de dos cucharas de palo

dos sombras sobre las sienes,

que ni eran líneas ni rasgos.

145 Por lo que tenían de plumas

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lo tuvo por escrivano,

pero por lo que de orejas,

sin serlo pareció Asno.

Pero como pinto mal,

150 no entiendo lo que me hago,

i assí veo que hize bien

al principio en no nombrallo.

Comióse admirablemente

i bevióse otro que tanto

155 porque de gana i de qué

uvo en las mesas abasto.

Dieron gracias i las tablas

el sitio desocuparon,      

i la fiesta començó,

160 bueltos los Novios al Thálamo.

Beçón cantó diestramente,

porque lo es mucho en el canto,

i de Música hizo un brindiz [sic]

más dulce que los de Baco,

165 porque brindó a una Sirena,

i en el nombre que le e dado

no confessaré que yerro,

porque es su cantar encanto.

Era onesta como bella

170 i adornada de tal garbo,

que a ser señora de un mundo

representara el ditado.

En baile i en voz era un símil

de la que aquel Rei Judaico

175 uvo según la escritura

en la muger de su ermano,

pero no en la onestidad,

porque lo mostró ser tanto,

que a estar allí otro Baptista,

180 quedara su cuello salvo.

De cómo se dilató

el dichoso Epitalamio

no trato, porque no aya

quien diga que lo dilato.

185 Sólo diré de los novios,

porque dellos me e olvidado,

que son tales que merecen

todo el referido aplauso.

Púsose el sol en el día,

190 porque en la sala quedaron

en los ojos de la novia

dos astros que lo eclipsaron.

Y yo estoi de lo allí visto

tan absorto i admirado,

195 que esto que e hablado aquí

aun dudo como lo hablo.